La piel es el elemento principal de nuestro cuerpo y en el que se reflejan de forma más drástica los efectos de la edad.
La piel es el elemento principal de nuestro cuerpo y en el que se reflejan de forma más drástica los efectos de la edad. Por ello, cuidarla es muy importante y el primer paso que debemos realizar al llegar a casa por la noche es el desmaquillado. Esto unido con una correcta higiene facial, nos permitirá mantener unos niveles ideales de hidratación y luminosidad.
A lo largo del día, en nuestro rostro se depositan numerosas toxinas, impurezas, polvo y contaminación, que desequilibran por completo nuestra piel. A esto se le suman las toxinas generadas por nuestro propio organismo, y que deben ser eliminadas con productos limpiadores adecuados, para conseguir una piel saludable y receptiva a las lociones que aplicaremos después.
Dependiendo de las características particulares de la piel de cada persona será recomendable el uso de un tipo de loción u otra. Igualmente, es primordial que todas ellas utilicen estos productos limpiadores si quieren cuidar y proteger su cutis.
Para disfrutar de un rostro joven y radiante, es necesario seguir una serie de recomendaciones que se deberán mantener en nuestra vida de forma rutinaria:
Sobre el rostro -maquillado o no-, debemos aplicar un producto de higiene facial que esté pensado por y para nuestra piel, por ello es muy importante disponer de un diagnóstico previo. Con este producto conseguiremos retirar todo tipo de impurezas y el maquillaje, a la vez que mantendremos la hidratación y el confort de la piel.
A continuación, aplicaremos -con la piel seca-, una loción tónica que nos ayudará a equilibrar el pH que se ha alterado durante el desmaquillado. De este modo, prepararemos la piel para recibir y absorber mejor los principios activos de los productos que emplearemos posteriormente.
Por la noche eliminaremos todos los productos que hemos utilizado a lo largo del día, así como las toxinas acumuladas y disfrutaremos de una piel fresca y limpia, sobre la que podremos aplicar una loción regenerante.
Por el día, conseguiremos limpiar nuestra piel, eliminar el sudor y dejarla lista para utilizar un producto diurno que nos proteja de los agentes externos del día a día.
Independientemente de que la loción utilizada sea en base de leche, crema, mousse o gel limpiador, se deben realizar emulsiones con bastante cantidad de producto y mezclarlo sobre la suciedad acumulada en nuestra piel. La loción nunca puede ser absorbida por la piel, esta es la razón por la que recomendamos utilizar una medida abundante.
Después, utilizaremos agua o esponjas faciales humedecidas en agua tibia para retirar el producto.
Finalmente, secaremos la piel y la masajearemos levemente con una loción tónica.
Todas estas maniobras de desmaquillado de la piel se tienen que realizar sobre el rostro, cuello y escote.